martes, 17 de enero de 2012

Cómo vestir a nuestros bebés cuando hace frío

¿Cómo voy a vestir a mi bebé para salir hoy, que hace tanto frío? No siempre es fácil elegir la ropita adecuada. Nada más tener a mi primer bebé, me dijeron que los bebés recién nacidos no pueden regular bien la temperatura corporal, por lo que hay que abrigarles bastante para que no pierdan calor. Posteriormente, te recomiendan que, ya que su movilidad es reducida, deben llevar una prenda de ropa más que nosotras.

Los cambios bruscos de temperatura son los principales enemigos de los recién nacidos durante el invierno. Eso de que haga frío por la mañana y calorcito al  mediodía, puede molestar e incluso enfermar a nuestro bebé. El otoño e invierno son épocas difíciles para vestir al bebé. Muchas veces, temiendo que puedan coger frío, los abrigamos en exceso y otras veces, viendo el sol que luce desde la ventana, nos confiamos y les abrigamos poco. 

Ante el pronóstico de un día frío, las mamás solemos coger a nuestros retoños y enfundarlos en un candoroso y abrigado buzo, pero antes de hacerlo tenemos que tener en cuenta cómo vamos a desplazarnos y adónde vamos a ir, ya que no es lo mismo que estemos al aire libre, que vayamos a un centro comercial o entremos y salgamos del frío al calor. Debemos procurar que la temperatura del bebé sea lo más constante posible para evitar que nuestros bebés puedan sufrir las típicas agresiones del frío en su piel como sabañones, sequedad, labios cortados, eczemas dermatitis, o incluso afecciones por virus.

Debemos considerar, además del defecto de ropa,  que también es poco aconsejable el exceso de ropa, ya que el sobrecalentamiento, hace que se sofoquen, suden y se pongan colorados como cangrejos cocidos. La clave está en elegir la ropita más adecuada para nuestro bebé, previendo las circunstancias de nuestras salidas. 

Debemos elegir ropita de un tejido que permita transpirar, y que sea cómoda a la hora de desprendernos de alguna prenda o  de cambiarle el culete, para evitar que acaben como pollos asados. Muchos de los catarros se cogen después de haber sudado, cuando el sudor desprendido moja la ropita y queda fría en contacto con la piel, así que para evitarlo lo mejor es observar la temperatura del ambiente en la calle y elegir un horario en el que el sol esté alto, para evitar las temperaturas más extremas del día; adecuar la cantidad de ropa al lugar dónde nos encontremos y controlar la temperatura corporal del pequeño, observando el aspecto de su piel, tocándoles la nuca y el cuello u observando el color de la piel (las manos, a veces están frías, pero no porque tengan frío, sino porque se las chupan). 

Es conveniente también que seamos previsoras y  que en su bolsa de paseo llevemos siempre alguna prenda extra: chaquetita, gorrito o guantes por si las inclemencias se presentan de repente o cambia bruscamente la temperatura cuando deja de darnos la luz del sol. ¡Así se las gasta el invierno!

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