martes, 31 de enero de 2012

¿Parto con epidural o sin ella?

Cada mujer habla según su propia experiencia, muchas hablan de que la epidural fue lo mejor del mundo para ellas, ya que les permitió dar a luz de manera serena y consciente, otras que fue peor el remedio que la enfermedad, ya que sufrieron en sus carnes los efectos secundarios de cualquier anestesia o analgesia, y otras que el alivio esperado fue demasiado tardío para beneficiarse de él.

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Artículo escrito por Patro Gabaldón para www.guiainfantil.com

lunes, 30 de enero de 2012

La paz vista desde la familia

El 30 de enero se celebra el día mundial por la paz. Todos tenemos algo que aportar, especialmente aquellos a los que se nos confía la educación de los niños. Los que somos padres  somos también relevantes en el  eterno propósito de obtener la paz, aunque seguramente pensemos que no podemos hacer nada si dos países deciden darse de bofetadas: ¡eso es cosa de los gobernantes!

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Artículo escrito por Patro Gabaldón para Guiainfantil.com

Aprender a aprender

En muchas ocasiones, los niños tienen muy buena disposición para el estudio y, sin embargo, en la práctica pasan largo rato para poder memorizar una lección o poder comprender un concepto. Emplean su tiempo sin recoger los frutos de su esfuerzo y, por tanto, acaban por desmotivarse o postergan el momento de ponerse a estudiar. Por desgracia muchas veces el fracaso o ineficacia en el estudio está provocado por una falta de estrategias para hacerlo y no a una baja inteligencia o problemas de atención.

En los primeros cursos de Primaria, nuestros hijos se encuentran con el desafío de empezar a estudiar. Ya no vale con asistir a clase y atender; hace falta memorizar, comprender, sintetizar, relacionar y explicar. El que aprendan a aprender ahora les facilitará la vida... el resto de su vida.

¿Qué podemos hacer como padres? Como siempre, complementar lo que nuestros hijos aprenden en el colegio; acercarnos a sus mentes y mostrarles realidades que aprenderán con entusiasmo porque les son tremendamente útiles y porque no les evaluamos sobre ellas.

Son tantos los niños que pasan horas y horas “estudiando”, sin obtener buenos resultados, en una espiral de esfuerzo – malos resultados – desmotivación, que les marca escolarmente y, a la larga, muchas veces profesionalmente. ¿Es tan difícil aprender a aprender?

Creo que aprender a aprender es como aprender a vender, aprender a planificarse o aprender a decidir. Son cosas absolutamente vitales, que se dan por supuestas, y a las que ni nosotros ni nuestros educadores hemos dedicado explícitamente el tiempo que merece. 

Aprender a aprender no tiene recetas, o recetillas; tiene métodos, que tienen que adquirirse, asimilarse y utilizarse. Voy a citar algunas de las que para mí son claves para aprender: 

-      Distinguir conceptos: diferenciar objetos o palabras parecidas, buscar las diferencias.

-      Realizar definiciones: podemos empezar diciendo lo que “no” son las cosas, para ir acotando las posibilidades o jugar a dar pistas para acertar algún objeto o animal.

-      Asociar ideas: emplear reglas nemotécnicas que nos permitan recordar un nombre o cosa en relación a otra más cotidiana

-      Centrarse: no perder el hilo conductor o la idea central que vamos a estudiar

-      Esquematizar: realizar esquemas o árboles en las que unos conceptos dependan de otros

-      Sintetizar: hacer resúmenes o responder a unas pocas preguntas centrales

-      Meditar: reflexionar sobre lo aprendido

No hay ninguna asignatura en el colegio que trate estas actividades de nuestra mente y, sin embargo, necesitamos realizarlas durante toda la vida. Es importante que desde un principio pongamos a nuestros hijos sobre la pista de cómo hacerlo.

viernes, 27 de enero de 2012

El niño tirano

A mí me encanta decir que cuando sea abuela, todo será más fácil, ya que podré querer a mis nietos  y disfrutar de ellos sin la carga de ser yo la responsable su educación (aunque algún consejillo o recomendación salga de mi boca). Como padres tenemos un papel importantísimo que cumplir, nadie nos puede suplir en ello y los niños no pueden ni saben educarse solos.

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Artículo escrito por Patro Gabaldón para Guiainfantil.com

Qué hacer si tu hijo sufre una convulsión febril

¡Cuántas charlas interesantes surgen a la salida del cole sobre virus y enfermedades habituales de nuestros hijos!, algunas ya conocidas y otras absolutamente inesperadas. Una mamá me contó su horrible experiencia cuando su pequeño de tres años, debido a la fiebre de un catarro común, sufrió convulsiones. Mis hijos nunca han experimentado una convulsión, pero me puedo imaginar perfectamente la angustia que debieron sentir estos papás ante tan alarmantes síntomas.

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Artículo escrito por Patro Gabaldón para www.guiainfantil.com

jueves, 26 de enero de 2012

Cambios en el flujo vaginal durante el embarazo

Tener flujo abundante en los principios de la gestación es muy habitual entre las embarazadas y se considera normal, aunque pueda llevarnos a sospechar en un primer momento que se trata de una pérdida parecida a la regla o alguna infección.  ¡Cuántos motivos sin importancia pueden preocuparnos durante el embarazo!

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Artículo escrito por Patro Gabaldón para www.guiainfantil.com

miércoles, 25 de enero de 2012

Mis papás son los mejores

Los niños muchas veces rivalizan con sus amiguitos por demostrar quién es el que tiene un mejor papá, y es que para cada niño su papá o mamá son los mejores, no por las cosas que les consiente o regala, sino por las cosas que comparte con él y aprende a su lado. Parece una clara falta de juicio por parte de nuestros hijos, ¡distamos tantas veces de ser los mejores!

“Mi papá es el más fuerte, es muy bueno y siempre juega conmigo, es muy listo…”, “mi mamá es la mejor mamá del mundo, es muy guapa, me cuida, me abraza y me quiere mucho…” Lindezas como estas suelen salir de la sincera boca de nuestros hijos. Cuando las escuchamos o leemos de su puño y letra nos llena de satisfacción, se nos ilumina la cara, se nos saltan las lágrimas, se nos recargan las pilas; sabemos que pese a nuestros muchos errores o a nuestra inexperiencia lo estamos haciendo bien.

Los padres, aún sabiendo que tenemos nuestras limitaciones y que, a veces, actuamos, desacertadamente, sabemos sacar buenos frutos de nuestros hijos, porque cuando nuestro hijo nos ama suele aprender y apreciar las cosas buenas que les damos y suele perdonarnos o ser indulgente con nuestros múltiples errores.

Sin duda, para estar a la altura de ese podio donde nuestros hijos nos han colocado la hermosa medalla del honor de ser nuestros hijos, debemos de ir luchando por eliminar fallitos y aprender de los errores; para ello tenemos sólo que reflexionar sobre ellos y superarnos. Como arma infalible para combatirlos tenemos nuestro mejor atributo paternal: el amor incondicional a nuestros hijos.

Nuestro mérito está en amar  a nuestro hijo por lo que es, no por lo que nos gustaría que fuera, en el  esfuerzo por mejorar nuestra importante misión, en reconocernos imperfectos pero estar en el camino de la perfección, y en considerarnos no tanto maestros de nuestros hijos como también alumnos de todo aquello que nuestros pequeños nos aportan y enseñan.

No todos los padres tenemos la misma formación, ni el mismo carácter, ni la misma paciencia, pero todos podemos lograr con nuestro esfuerzo y cariño que nuestro hijo nos ame, nos respete y nos admire.  “Sí, papá, tú eres el mejor” tu hijo te ama, te admira, quiere que estés a su lado y quiere ser como tú, ¡por algo será!

Cómo atajar los celos y peleas de hermanos

Los celos y envidias, las peleas constantes entre hermanos no son un plato de gusto para los padres. Desde que nace otro hermano o hermana se rompe el equilibrio establecido entre los padres y su primer hijo. Este equipo, a veces, crece dejando el jugador estrella en el banquillo y esto, sin lugar a dudas es un plato amargo para el pequeño que lo sufre y una situación difícil de manejar para sus padres. ¿Cómo atajar los celos entre hermanos?

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Artículo escrito por Patro Gabaldón para www.guiainfantil.com

martes, 24 de enero de 2012

Educar en el sentido del humor

¡Hay pocas cosas tan hermosas como la sonrisa o la carcajada de un niño! Para un padre no hay nada mejor que ver  su hijo feliz, radiante, con una sonrisa de oreja a oreja. La risa es uno de los rasgos diferenciadores del ser humano ¿habéis visto algún animal reír cuando está contento? El sentido del humor y la risa son actos exclusivos de la inteligencia humana.

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Escrito por Patro Gabaldón para Guiainfantil.com

El ajuar del bebé en época de crisis

En todo tiempo es necesario saber preparar el ajuar básico que necesitará nuestro bebé, pero en tiempos de crisis se hace todavía más importante. ¿Qué necesito para mi bebé, realmente? La oferta es muy amplia y muchas veces caemos en la tentación de comprar objetos para el bebé de poca utilidad, poco prácticos o de muy corta vida que acaban arrinconados en algún lugar de nuestra casa.

Los padres siempre estamos dispuestos a ofrecer lo mejor a nuestros hijos, pero esto no supone que no podamos controlar nuestros gastos en la llegada de nuestro bebé. 

Sin duda, a muchos padres les resulta apetecible cometer algún exceso o capricho para esta gran ocasión y están en su derecho, pero para los que busquéis encontrar un perfecto equilibrio entre gasto y necesidad pongo a vuestro alcance algunas ideas:

-      Hagamos una lista de elementos básicos y pensemos en aquello con lo que podemos contar antes de aventurarnos a comprar a lo loco: la ropita, cunita y carrocería de nuestro anterior bebé, o donada por algún familiar o amigo que esté en buen estado o uso. La ropita tiene más desgaste, pero en ocasiones, un carrito queda como nuevo con un lavado a fondo o una nueva cobertura. La herencia, desde luego, es una gran ayuda al ahorro.

-      Tenemos que pensar en varios frentes y adecuarlo a las verdaderas necesidades del bebé: la ropita bebé: bodis, pijamitas, ropa de paseo, gorritos, abriguito, calcetines (adecuado a la época del año); la habitación del bebé: cunita, hamaca, ropa de cama, cambiador, portapañales, decoración, etc.); utensilios para la alimentación: biberones, tetinas, baberos, limpia biberones, etc.), utensilios de higiene: bañera, productos de higiene, pañales peine, tijeritas, esponja, toallitas, cremas, etc.; artículos de paseo y trasporte: carrocería, protector lluvia, mochila portabebés, silla auto, bolso de paseo, etc.

-      Tenemos que tener prioridades: pensar en aquellos objetos que realmente usaremos a diario o que sean absolutamente necesarios, especialmente en aquellos cuyo coste sea más elevado. Cuando tuve a mis hijos, otras mamás me ofrecieron innumerables objetos que ni siquiera sus pequeños habían tenido la posibilidad de usar.

-       Ser prácticos: todos hemos cometido errores, especialmente con el primer hijo. Yo misma compré un maravilloso carrito de paseo que no  cabía en el ascensor de mi edificio, si no era plegado. Maravilloso sí, pero poco práctico. Hay que pensar en todo: ligereza comodidad, época del año, capota de lluvia, etc.

-      Otras mamás con más experiencia pueden sernos de gran ayuda para dar en el clavo en nuestras compras. 

Aún teniendo en cuenta estas medidas de crisis, pienso que la llegada de un hijo es un momento especial, que merece, algún privilegio o esfuerzo en nuestros gastos ¡no se tiene un hijo todos los días!.

lunes, 23 de enero de 2012

Ventajas de la lactancia materna

Ya sé que todas las mamás sabéis que la lactancia materna es el mejor alimento para un recién nacido, pero conviene saber el por qué y qué ventajas ofrece respecto a la opción también válida de la leche de fórmula. Por eso, he pensado que sería buena idea reunir todos los beneficios que tiene amamantar a nuestro hijo.

Hasta que se establece la lactancia puede que nos sintamos incómodas o inseguras, pero sabed que con paciencia e insistencia, por norma general, todas las mamás pueden ofrecer lactancia materna a sus pequeños y aportarle estos beneficios nada despreciables. La lactancia materna:

-      Previene infecciones: A través de la leche, pasan al bebé los anticuerpos que la madre tiene para combatir enfermedades. Por tanto, protegemos a nuestros bebés de la exposición de virus y bacterias. Los niños amamantados sufren menos infecciones. Además el acto de mamar les ayuda a formar su paladar y a fortalecer  sus labios y lengua para el habla.

-      Es especialmente beneficiosa para los bebés prematuros y para protegerles contra el síndrome de muerte súbita, alergias, asma, diabetes y obesidad.

-      La leche materna es digestiva y altamente nutritiva. La leche materna varía sus propiedades nutritivas, adecuándolas perfectamente a las necesidades particulares del bebé: edad, hora del día, calorías. Contiene muchas de las vitaminas y minerales que requiere un recién nacido, salvo la vitamina D y el hierro (que deben complementarse mediante la luz del sol o la alimentación complementaria a partir del 6º mes) Los bebés amamantados presentan menor incidencia de diarrea o estreñimiento.

-      La leche materna no cuesta nada y es ecológica: es gratis y no necesitamos de ningún otro complemento para lactar a nuestros hijos.

-      La leche materna siempre está disponible y a la temperatura ideal. Al instante, en cualquier sitio y a cualquier hora, podemos satisfacer el hambre de nuestro bebé.

-      Es beneficiosa para establecer vínculos emocionales, calor, relajación y bienestar. Asimismo estimula el sentido del tacto, el olfato, el gusto (ya que el sabor de la leche puede tener gustos diferentes dependiendo de la alimentación de la madre).

-      Para la madre la lactancia es igualmente beneficiosa  porque ayuda que el útero vuelva a su tamaño original, a quemar calorías y a recuperar la figura más rápidamente. Según estudios médicos, amamantar reduce el riesgo de padecer cáncer de mama, útero y enfermedades cardiovasculares. Además, desde el punto de vista psicológico, la madre adquiere confianza en sus capacidades para el cuidado de su bebé.

Seguramente quedan algunas ventajas más en el tintero, pero aún así, dan un abultado número ¿verdad?

Antojos y aversiones durante el embarazo

Incluso antes de enterarnos que estamos embarazadas es frecuente que experimentemos ciertas aversiones a olores y a alimentos que antes nos gustaban y, de la misma manera, hay alimentos que ahora nos atraen enormemente. Especialmente, durante los tres primeros meses, las náuseas, los antojos, las indigestiones o la flatulencia forman parte de nuestro día a día, son signos de que nuestro cuerpo está experimentando grandes cambios.

Cuando estaba embarazada, yo sentía unas ansias locas por comer patatas fritas con kétchup, callos con chorizo o pepinillos en vinagre. Estas apetencias o excentricidades gastronómicas repentinas pueden tener también una explicación fisiológica. Seguramente, estén producidos por el efecto de las hormonas o por la necesidad de un incremento calórico o por la sensación constante de hambre (aunque luego suframos unas indigestiones horrorosas). 

El gusto y también el olfato cambian, en mayor o menor medida, durante el embarazo; ambos sentidos están íntimamente relacionados, y pueden agudizarse de una manera extraordinaria. Aún recuerdo haber escuchado a mi hermana potentes arcadas ante la presencia de alimentos como el pescado o mariscos, que, curiosamente, sin estar embarazada le encantan.Se trata de una alteración fisiológica provocada por el aumento de estrógenos que provoca que la mujer tenga un olfato más prominente y una extrema sensibilidad a los olores, es mucho más acusado en los tres primeros meses cuando los cambios fisiológicos son más acusados, aunque posteriormente se normaliza o, al menos, disminuye hasta desaparecer completamente después del parto.

Dicen los entendidos que también existe un aspecto psicológico en esto de los antojos, puede ser que la embarazada necesite sentirse mimada por su pareja o puede necesitar dar rienda suelta a alguna apetencia que se desvíe de la dieta ideal, agravada por los estragos hormonales que le solicitan dulces u otros alimentos para paliar las náuseas.

Es bastante popular la creencia de que estos alimentos nos apetecen porque nuestro cuerpo, sabiamente, “nos lo pide”, pero esto es algo bastante dudoso, más bien parece responder a satisfacer imperiosamente una tentación gastronómica. Así que, por norma general, debemos de dar rienda suelta a los antojos siempre y cuando éstos no supongan una alimentación poco saludable (alimentos ni muy calóricos ni poco nutritivos). Los antojos deben ser consentidos cuando respondan a alimentos adecuados tanto para la madre como para su bebé. Por otra parte, los alimentos saludables que temporalmente nos producen aversión deben ser sustituidos por otros que nos proporcionen los mismos beneficios o aportes nutritivos. Y si la aversión es hacia alimentos poco nutritivos pues mejor para nosotras, aunque es bastante difícil que ninguna embarazada tenga aversión a su golosina o helado de chocolate favoritos.

viernes, 20 de enero de 2012

Tender la mano a nuestros hijos

Los reflejos innatos son el seguro de supervivencia para los recién nacidos. Desde el punto de vista corporal, sin duda el reflejo de succión es el gran protagonista, ya que le garantiza la alimentación, pero ¿y desde el punto de vista afectivo? Para asegurarse la protección de sus padres, el bebé dispone del reflejo innato de asir con las manos (y con los pies). Agarrar la mano del niño siempre es una respuesta a su necesidad por obtener  seguridad y afecto.

Este dictado innato me vino a la mente cuando conocí el estremecedor caso de Sabrina, la niña haitiana a la que rescataron tras el devastador terremoto; esta pequeña guardaba en su puño el dedo de alguien que le había dado la mano para que no se sintiera sola, antes de quedar atrapado entre los escombros. Este gesto en la vida de la pequeña, nos recuerda crudamente lo importante que es el contacto con las manos para expresar amor y dar seguridad.

Todos los bebés, cuando están aprendiendo a andar, tienen miedo a caminar solos y se resisten a dar un paso separándose de la silla, el carro o la pared sobre la que se apoyan. Salvo que un adulto les dé la mano; es entonces cuando se ponen en marcha con una seguridad que roza la temeridad: les vemos bajar (más bien arrojarse) por las escaleras o bordillos de las aceras. El sentirse asidos a una mano fuerte les da una confianza total para afrontar lo que solos son incapaces de hacer.

También se ha demostrado médicamente que las personas que atraviesan enfermedades dolorosas, se sienten físicamente aliviadas cuando una persona a la que quieren (alguno de sus padres, su marido o mujer) les da la mano. A todos nos es conocida la imagen de la mujer que durante el parto agarra la mano de su marido y la tritura mientras empuja, siendo esto de mayor ayuda que asirse a una fría empuñadura de hierro de la camilla de partos. Igualmente, el darse la mano es una de las mejores muestras de amor de los enamorados.

La mano abierta es símbolo de ofrecimiento, ayuda y proximidad. Es como si la puerta a nuestro corazón estuviera localizada en la palma de la mano. Al coger la mano a nuestros hijos (o parejas) les transmitimos seguridad y cariño. Sólo hay dos gestos tan significativos como este: el abrazo y el beso. Tiende tu mano a tu hijo… y a los demás.

jueves, 19 de enero de 2012

Un cajón de disfraces para los niños

¿Os habéis preguntado alguna vez por qué a los niños les gusta tanto disfrazarse? Yo sí, porque unos de los juegos preferidos de mis hijos es ir al cajón de los disfraces, ponerlo patas arriba y hacer todo tipo de combinaciones en su vestuario, mientras imaginan cualquier aventura.

Así el viejo pañuelo dorado de mamá se convierte en una rica capa de reina, en el turbante del Aladino o en una mágica capa voladora. En el cajón de los disfraces de casa disponemos todo tipo de cosas originales que en su día quedaron desfasadas o gastadas, pero que a mis hijos les encanta reciclar para sus aventuras. Por supuesto, también hay disfraces que les hemos regalado para alguna ocasión: traje de superhéroe, princesa, pirata, policía, pastorcillo, etc., pero normalmente el juego no consiste en tomar la personalidad de un princesa concreta con un traje determinado, a ellos les gusta hacer sus propias creaciones, cogiendo un lazo de allí, una falda de acá o una tripa de salchichón por espada.

Todos adoptan una nueva personalidad y luego me suelen representar algún teatrillo o juego. Se lo pasan en grande y les encanta poder salir a la calle a lucir sus modelitos o extravagancias. Ellos saben que es una ocasión especial, no hace falta que sea halloween, ni carnaval, ni el día del festival o baile de fin de curso.

A todos alguna vez nos gustaría meternos en la piel de otro o, al menos, imaginar cómo seríamos si tuviéramos otro aspecto. El juego de simular otra personalidad para los niños tiene muchas ventajas ya que despierta su imaginación, se enfrentan  a otras realidades, oficios, historias, personajes,  realizan acciones fuera de lo común: como luchar con un dragón, bailar con el príncipe, volar, derrotar al malvado, hacer payasadas para que otros se rían, actuar…, cosas que no se suelen hacer con su vestuario habitual. “El hábito hace al monje”, así que si nuestros hijos quieren jugar a ser otra persona ¿qué mejor que disfrazarse?

Para un niño, jugar a los disfraces no es simplemente ponerse un traje bonito perfectamente confeccionado con el que pasearnos en un día señalado,  es una de las herramientas que emplean nuestros hijos para jugar a tener  o simular distintos papeles en la vida, a experimentar,  a crear y reírse… y, por supuesto, inventar un disfraz es parte de la diversión.

Cómo actuar ante la bronquiolitis de un bebé

La bronquiolitis infantil es una enfermedad respiratoria aguda frecuente en los primeros años de vida, y durante el invierno y principio de la primavera, en la que se afectan los bronquiolos, parte terminal de los bronquios y por lo cual puede existir dificultad respiratoria y fiebre. Tos, sibilancias y tiraje en el pecho son los síntomas claves para su diagnóstico.

Recuerdo en una ocasión que fui a urgencias con mi pequeño cuando tenía dos meses, tenía el típico catarro de vías altas, pero en el ambulatorio me aconsejaron que lo llevara al hospital infantil para descartar una posible bronquiolitis, porque allí lo estimarían mejor. Finalmente la doctora que nos atendió, mediante la auscultación de sus pulmones, descartó la bronquiolitis y añadió: “La bronquiolitis todavía no ha llevado, pero la estamos esperando”.

Más tarde o más temprano, las urgencias médicas esperan año tras año la aparición de esta frecuente enfermedad que afecta a los niños de menos de uno o dos años porque en ellos los bronquiolos son suficientemente pequeños para obstruirse ante una inflamación, impidiendo el flujo de aire y suele producirse por virus que en un principio causan un cuadro catarral.

Para el tratamiento, se recomienda :

-     Lavados nasales frecuentes y la aspiración de los mocos mediante pera de goma o aspirador nasal, para eliminar la bajada al pecho de la mucosidad existente en las vías altas.

-     Proporcionar al bebé humedad ambiental para reblandecer la mucosidad de los pulmones, para ello, se emplean aerosoles son suelo fisiológico.

-     Para dormir se aconseja que la cabeza y parte superior del bebé estén ligeramente incorporadas para facilitar la respiración.

-     El empleo de la fisioterapia mediante palmaditas en la espalda  y el pecho con la mano hueca es útil para movilizar las secreciones  de los bronquiolos.

-     En ocasiones, aunque no siempre, el pediatra puede recomendar una medicación broncodilatadora administrada mediante aerosoles,  y paracetamol o algún antipirético para la fiebre.

-     Mantener un ambiente cálido, húmedo y libre de humos es imprescindible para la recuperación.

-     Los baños de vapor también pueden aliviar la obstrucción de las vías respiratorias y la eliminación de moco.

Para los niños menores de dos meses se considera una enfermedad peligrosa, a éstos pequeños debemos llevarles al médico ante cualquier signo de fiebre o dificultad respiratoria, pero para la mayoría, la afección dura más o menos una semana con el tratamiento adecuado. Esta enfermedad se contagia como los resfriados, a través del contacto con saliva y moco, por lo tanto conviene emplear medidas higiénicas como el lavado de manos, el empleo de pañuelos de papel y el lavado escrupuloso de la mascarilla para máquinas de aerosoles, si hacemos la terapia en casa.

Ácido fólico también para los papás

Todos sabemos que el embarazo es un estado exclusivo de la mujer, que exigirá de ella estar en un buen estado de salud  y de unos cuidados obstétricos para evitar riesgos en su gestación. Sin embargo, tener unos buenos hábitos de alimentación y buen estado físico no debe ser exclusividad de la futura madre. A la hora de buscar un embarazo, tanto la mujer como el hombre requieren de partir de una buena condición física que se produzca la fecundación, y el desarrollo y nacimiento de un hijo sano.

El 50 por ciento del milagro de la vida está en manos del hombre, del futuro papá, pero ¿qué puede hacer éste para concebir un hijo sano? Cada vez más los padres se involucran más en el embarazo de sus esposas y en el cuidado de sus hijos, cuidan de la alimentación familiar, saben de la importancia del descanso y de las revisiones de la embarazada, acompañan a las revisiones a sus parejas, a las ecografías y al momento del parto. Hoy más que nunca los hijos y el embarazo es cosa de dos, ya no se limitan a mirar desde la distancia  a su mujer embarazada.  Los papás pueden cuidar muy bien a su bebé desde los primeros momentos de su concepción y, por supuesto, tener ellos mismos hábitos saludables que les permita concebir un bebé sano.

Seguramente conocéis la importancia que tiene el ácido fólico, ya que éste es una de las vitaminas que juegan papel fundamental en la multiplicación celular que interviene en la producción de tejidos y órganos del embrión y feto. El consumo del ácido fólico reduce el riesgo de malformaciones, parto prematuro, bajo peso del bebé, defectos neuronales  y en la columna vertebral. Normalmente se recomienda a la mujer tomarlo antes de la concepción, pero según un estudio realizado, se aconseja que también los padres lo tomen  o incrementen su consumo antes de la concepción, ya que los hombres que tienen un mayor consumo de ácido fólico presentan  menos anormalidades cromosómicas en su esperma.

La recomendación es, por tanto, que tanto el futuro papá como la futura mamá incrementen en 200 microgramos la cantidad diaria recomendable de ácido fólico (unos 400 microgramos diarios para el hombre y mujer adultos). Para llegar a estas cantidades se puede tomar directamente un complejo multivitamínico o píldoras de ácido fólico, o incrementar en nuestra dieta frutas y vegetales ricos en folatos,  y cereales. Las frutas y verduras como el tomate, las espinacas, espárragos, naranja, aguacate, fresas, etc, son fundamentales para mejorar la calidad del esperma en el varón, además de proporcionar antioxidantes igualmente beneficiosos. Las legumbres y los cereales son también fuente importante de ácido fólico.

miércoles, 18 de enero de 2012

Cómo pueden ser las contracciones en el embarazo

Cuando leí que el útero es un órgano que puede aumentar su volumen en más de 24 veces, su capacidad más de 500 veces, y su peso de 70 gr. A 1 kg. aproximadamente, me quedé muy sorprendida. El útero es un músculo impresionante que permite albergar una nueva vida durante nueve meses y que, como todos los músculos, tiene una fase de contracción y otra de relajación. Una mujer está experimentando una contracción cuando el útero se contrae y su signo más claro es el endurecimiento de la tripa o abdomen.

Es normal que durante el embarazo experimentemos diferentes tipos de contracciones y ello no debe suponer una preocupación para nosotras, simplemente debemos reconocer algunos tipos de contracciones y saber que no todas nos van a desencadenar un posible parto prematuro.

Hasta las primeras 30 semanas y, generalmente cuando el bebé se mueve, podemos tener contracciones muy localizadas y de poca intensidad, estas contracciones nos servirán para cerrar el cuello del útero y evitar, precisamente, abortos espontáneos.

Aproximadamente a partir de los cinco meses de gestación, aparecen las denominadas con un nombre bien raro: las contracciones de Braxton Hicks que aumentan de manera progresiva según avanza el embarazo, y que en las últimas semanas se hacen más frecuentes; abarcan todo el útero y comienzan en la parte superior se extienden hacia abajo y, a veces, pueden causar molestias. Se diferencian de las verdaderas contracciones de parto en la propagación, la irregularidad (suelen ser aisladas)  y porque suelen ser indoloras. Estas contracciones facilitan un buen flujo sanguíneo hacia la placenta, el endometrio y el bebé y, durante las últimas semanas del embarazo, pueden modificar el cuello del útero para reblandecerlo y acortarlo, en definitiva, preparar nuestro cuerpo gradualmente al momento del parto.

Para distinguir las verdaderas contracciones de parto, se consideran aspectos como la frecuencia, el intervalo o regularidad, la intensidad y la duración. Normalmente, las contracciones del trabajo del parto van siendo cada vez más frecuentes, entre 3 y 5 contracciones en 10 minutos; el intervalo transcurrido entre contracciones suele ser de igual duración, cada vez más regulares; la intensidad de la contracción o dureza que del útero suele aumentar;  y la duración de las contracciones van extendiéndose de 30 segundos hasta unos 75 segundos, llegando a casi encadenarse unas con otras y dificultando la recuperación entre ellas, ahí la importancia de la respiración.

Las contracciones irán remitiendo cuando el cuello del útero alcance una dilatación de unos 10 cm que es cuando comenzará el expulsivo. Según casi todas las parturientas estas contracciones y el expulsivo son muy dolorosos, pero muchas veces dicen  que el dolor está en relación con aspectos psicológicos de la mujer. Para las que lo hemos experimentado, creo que el parto, desde luego, no es jardín de rosas, aunque de él recojamos nuestro más hermoso fruto.

Asma infantil: ¿por exceso de higiene y contaminación?

No es sólo por la contaminación atmosférica que, año tras año, aumentan los casos de asma infantil. Demasiada higiene también perjudica a los bebés, impidiendo que el pequeño tenga contacto con antígenos, evitando que su sistema inmunológico sea estimulado. El asma, en la población infantil española, creció un 2 a 3 por ciento en los últimos diez años.

El doctor Marcel Ibero, presidente de la Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alergia Pediátrica (SEICAP) explicó en la III Jornada Nacional de Asma Infantil que una de las causas de este incremento puede deberse al exceso de higiene. Puede chocarnos esta afirmación, ya que siempre se nos ha recomendado en los primeros meses de vida, la esterilización de biberones, tetinas y chupetes, pero resulta que este procedimiento podría “impedir el contacto del recién nacido y lactante con antígenos que estimulen su sistema inmunológico” y por tanto, aumentar su la tendencia a tener asma en la infancia.

Hasta ahora hemos atendido a cómo nos llegan los alergenos a través del aire que respiramos: polen, ácaros, moho, pelaje de animales, etc., pero el Dr. Ibero nos alerta además de que la contaminación atmosférica por partículas diesel aumenta la circulación de alergenos del aire y ésto repercute en el incremento de esta afección respiratoria. Por tanto, la disminución de la prevalencia del asma pasa entonces por reducir la contaminación atmosférica.

Por otra parte, durante esta jornada se presentó la Guía Española para el Manejo del Asma para catalogar desde los primeros síntomas al niño para un correcto diagnóstico y tratamiento. El tratamiento de cada niño dependerá según el Dr. Ibero de tipo de fenotipo al que pertenezca el niño: sibilanes transitorios (asma que remite entre los 4 y 6 años), sibilantes no atópicos (asma que remite entre los 9 y 11 años), y sibilantes atópicos, que son los alérgicos que requieren un tratamiento antialérgico específico para no terminar sufriendo asma de adultos.

Además de reducir en la medida de lo posible los factores desencadenantes, el especialista explica la importancia de identificarlos y de no sobretratar (dar un excesivo tratamiento) a los niños que van a curarse por sí solos (sibilantes transitorios o no atópicos) y de tratar eficazmente a aquellos que no lo harán para que el tratamiento sea efectivo. Un paso más para la prevención del asma, es sin duda una buena noticia para la salud de los niños.

martes, 17 de enero de 2012

Los niños sólo dan besos cuando quieren

Muchas veces, empleamos a nuestro hijo como representante del afecto familiar, y nadie niega que los besos de los niños son especiales (un poco húmedos, pero muy sinceros), son de los mejores que se pueden recibir. Pero los niños son los que han de elegir a quién quieren demostrar sus afectos. Si nos pusiéramos por un momento en su lugar, veríamos de lo inapropiado, a veces, de nuestras solicitudes amorosas a terceras personas.

“Hijo, dale un besito a la señora Elvira” y nuestro hijo quizás piense para sus adentros “¿Y quién es la señora Elvira para que yo le tenga que dar un beso?”. Pese que para nosotros dar un beso de despedida o bienvenida es un acto social frecuente, solicitar a nuestro hijo que de besos de manera poco espontánea puede parecerle un acto desagradable o incomprensible.

El niño considera el acto de dar besos como un acto de intimidad, del que está dispuesto a otorgar a sus papás, hermanos o allegados, pero quizás todavía no puede entender que sea un acto social, para quedar bien o ser educado. Así que es frecuente, que nuestro hijo se niegue en rotundo a favorecer con un beso o un abrazo a alguien con el que no tiene la suficiente confianza o se niegue porque quizás esta solicitud se produce cuando no le apetece hacerlo.

Quedaremos fatal ante la negativa del niño y la persona afectada también se sentirá violenta por la tensión producida entre padres e hijo. ¡Cuántas veces los niños nos dejan mal cuando los instrumentalizamos! Los niños en la intimidad, hacen mil y una monerías, pero aunque hay algunos siempre dispuestos a conquistar el corazón de los presentes repitiendo sus proezas y ofreciendo abrazos y besos a diestro y siniestro, hay otros, que se cierran en banda, porque no va con ellos esto de la conquista y la interpretación.

Aunque desde luego, todos quedan admirados ante un niño sociable, risueño, comprometedor y cariñoso, debemos respetar que a nuestro hijo no le apetezca o no crea oportuno mostrar sus afectos a otros. Cada niño tiene su propia personalidad y le llevará un tiempo saber que ciertas muestras de cariño pueden ser conductas sociales esperadas.

Cómo vestir a nuestros bebés cuando hace frío

¿Cómo voy a vestir a mi bebé para salir hoy, que hace tanto frío? No siempre es fácil elegir la ropita adecuada. Nada más tener a mi primer bebé, me dijeron que los bebés recién nacidos no pueden regular bien la temperatura corporal, por lo que hay que abrigarles bastante para que no pierdan calor. Posteriormente, te recomiendan que, ya que su movilidad es reducida, deben llevar una prenda de ropa más que nosotras.

Los cambios bruscos de temperatura son los principales enemigos de los recién nacidos durante el invierno. Eso de que haga frío por la mañana y calorcito al  mediodía, puede molestar e incluso enfermar a nuestro bebé. El otoño e invierno son épocas difíciles para vestir al bebé. Muchas veces, temiendo que puedan coger frío, los abrigamos en exceso y otras veces, viendo el sol que luce desde la ventana, nos confiamos y les abrigamos poco. 

Ante el pronóstico de un día frío, las mamás solemos coger a nuestros retoños y enfundarlos en un candoroso y abrigado buzo, pero antes de hacerlo tenemos que tener en cuenta cómo vamos a desplazarnos y adónde vamos a ir, ya que no es lo mismo que estemos al aire libre, que vayamos a un centro comercial o entremos y salgamos del frío al calor. Debemos procurar que la temperatura del bebé sea lo más constante posible para evitar que nuestros bebés puedan sufrir las típicas agresiones del frío en su piel como sabañones, sequedad, labios cortados, eczemas dermatitis, o incluso afecciones por virus.

Debemos considerar, además del defecto de ropa,  que también es poco aconsejable el exceso de ropa, ya que el sobrecalentamiento, hace que se sofoquen, suden y se pongan colorados como cangrejos cocidos. La clave está en elegir la ropita más adecuada para nuestro bebé, previendo las circunstancias de nuestras salidas. 

Debemos elegir ropita de un tejido que permita transpirar, y que sea cómoda a la hora de desprendernos de alguna prenda o  de cambiarle el culete, para evitar que acaben como pollos asados. Muchos de los catarros se cogen después de haber sudado, cuando el sudor desprendido moja la ropita y queda fría en contacto con la piel, así que para evitarlo lo mejor es observar la temperatura del ambiente en la calle y elegir un horario en el que el sol esté alto, para evitar las temperaturas más extremas del día; adecuar la cantidad de ropa al lugar dónde nos encontremos y controlar la temperatura corporal del pequeño, observando el aspecto de su piel, tocándoles la nuca y el cuello u observando el color de la piel (las manos, a veces están frías, pero no porque tengan frío, sino porque se las chupan). 

Es conveniente también que seamos previsoras y  que en su bolsa de paseo llevemos siempre alguna prenda extra: chaquetita, gorrito o guantes por si las inclemencias se presentan de repente o cambia bruscamente la temperatura cuando deja de darnos la luz del sol. ¡Así se las gasta el invierno!

lunes, 16 de enero de 2012

Las rabietas en público de tu hijo: una receta para soportarla


Una de las carencias de nuestros pequeños es la del sentido del ridículo. Ello hace que sean capaces de ponernos como centro de las miradas de cuantos puedan contemplar el cuadro de nuestra impotencia ante el pataleo, griterío o llanto rabioso de nuestro niño en sitios como el centro comercial, la consulta del médico o la iglesia.


En estas situaciones, creo que a todos nos encantaría tener un mando a distancia para “apagar” a nuestro hijo, o una voz hipnótica que actuara como calmante irresistible, o simplemente la posibilidad de darle un azote sin sentirnos ante el tribunal de la opinión pública al completo.


Las rabietas en público no son ni la primera ni la última cruz que tiene un padre con sus hijos, aunque sí pueden ser habituales hasta los 3-4 años. No me refiero a casos en los que el mal humor de los niños sea constante, lo cual puede deberse a causas que requieran la intervención de especialistas médicos, como problemas alimenticios o de adaptación social.   


Centrándonos en la “rabieta vulgaris”, voy a dar los posibles ingredientes de una tisana que nos permita afrontarla con cierta “dignidad”, de forma que no nos sintamos en el banquillo de los pésimos padres ante el jurado de los que tienen la oportunidad de disfrutar con el espectáculo de nuestro hijo:

  • Un buen cazo de paciencia. Enfadarnos convierte la rabieta en una batalla, y hace del monólogo del bebé enojado una bronca desigual a dos bandas.
  • Una pizca de buen humor. La situación que provocan los pequeños puede llegar a ser cómica, y verla como tal nos ayudará a quitar hierro al momento.
  • Un poco de instinto maternal, para medir las causas. A veces la rabieta es la manera que nuestros hijos tienen de decirnos que sienten hambre o sueño, o que están incubando una enfermedad.
  • Una buena dosis de mansedumbre; queramos o no, al niño habrá que levantarlo del suelo, cogerlo en brazos, ordenar los juguetes o latas que haya tirado, colocarlo con cariño en el carro, pedir disculpas con una sonrisa en la cara, etc.
  • El toque invisible: fuerza controlada para demostrarle que nos tiene que ayudar y obedecer, si y solo si es necesario. Un apretón en el brazo, o cogerle firmamente de la mano, o mirarle con severidad, le ayudarán a tomar las riendas de su descontrolada  mente.
  • Calentarlo todo al fuego del amor. En estas dificultades se nos presenta una oportunidad para el ejercicio de nuestro autocontrol y seremos modelo a seguir para nuestros pequeños.

Cómo debe alimentarse una embarazada


Seguramente habéis escuchado alguna vez lo de: en el embarazo hay que comer por dos. Si tenemos en cuenta el tamaño y las características de “los dos protagonistas” en la gestación, esto es verdad, pero no lo es, si duplicamos nuestra ingesta de alimentos. ¿Acaso debe alimentarse con las mismas calorías una mujer adulta que un embrión diminuto? Evidentemente, no.

Durante la gestación todo lo que entra por la boca tiene importancia, lo que consume la madre la alimenta a ella y a su bebé y debemos encontrar el equilibrio entre cuánto comer y lo que comer. Muchas mujeres se alimentan mal, acuden a las calorías poco nutritivas de los alimentos facilones de comer que atenúan sus ardores o angustias matutinas. En los primeros meses, acuden a un picoteo irrefrenable por combatir el hambre canina que se nos despierta y muchas veces pierden la cuenta de las calorías ingeridas. Otras, por el contrario, se obsesionan por no ganar demasiado peso durante su embarazo, de esta manera podrán tener una figura estupenda al poco de dar a luz, a imagen de las modelos actuales; para ello, disminuyen los alimentos y tiran de sus propias reservas y, con ello, pueden poner en riesgo el desarrollo de su bebé.

Es sumamente importante que cuidemos nuestra alimentación cuando estamos encinta, ya que es decisivo para el buen desarrollo del feto que la mamá coma bien en calidad y en cantidad. Una mala alimentación puede causarnos al sobrepeso o la falta de acumulación de grasas tan importantes en el embarazo y la lactancia, y para el crecimiento de nuestro bebé. No debemos tener miedo a engordar, nuestra matrona o ginecólogo nos dirá cuál es el ritmo de aumento de peso en cada caso en particular.

De media, una mujer gestante debe engordar durante toda su gestación de 10 a 15 kg. dependiendo de sus constitución y del peso de partida antes del embarazo  (en ningún caso, es recomendable menos de 9 kilos). Partir de un peso ideal antes de quedar embarazada es ideal, así sólo han de incrementar algo más la ingesta de calorías durante el 2 y 3 trimestre. Si engordamos algo más podremos reducirlo durante la lactancia, siguiendo una dieta baja en carbohidratos.

La alimentación ha de ser variada y nutritiva, consumiendo grupos básicos como los lácteos, carnes, pescados, huevos, cereales (preferentemente integrales), legumbres y frutos secos, así como frutas y hortalizas (garantizar los aportes de hierro, calcio, ácido fólico, etc.). Evitar los las harinas y azúcares refinados, fritos y alimentos precocinados.

Aunque debemos alimentarnos bien, tampoco debemos ser demasiado rígidas, siempre podemos permitirnos alguna que otra concesión especial tan apetecibles a veces cuando estamos embarazadas. Seguir una dieta ideal en el embarazo es el aliado perfecto para tener un hijo sano y para recuperar la figura después de dar a luz.

domingo, 15 de enero de 2012

Cuándo hay más posibilidades de quedar embarazada


Curiosamente, aunque tenemos a nuestra disposición muchísima información sólo con apretar unas cuantas teclas del ordenador, siguen circulando bastantes falsos mitos y  confusión respecto a cómo se concibe un hijo, y no me refiero a la manera de hacerlo, sino a cómo conseguir embarazo o evitarlo sin el empleo de métodos anticonceptivos.

Los métodos naturales de control de la natalidad nos ofrecen una fuente importante de información en el conocimiento de nuestro propio cuerpo, la observación de los signos y síntomas que se presentan, de manera natural, durante nuestros ciclos menstruales nos ayudarán tanto a buscar embarazos como a evitarlos (si no empleamos otros anticonceptivos de mucha más difusión y popularidad).

Aspectos que debemos saber y aprender sobre nuestro cuerpo:

-      Los métodos naturales son eficaces, sobre todo, a la hora que buscar un embarazo, ya que se centran en saber cuando se produce la ovulación, es decir el momento en el que se libera el óvulo  que podrá ser fecundado por espermatozoide del hombre y, por tanto cuándo es el periodo de más fecundidad en la mujer.



-      Pese a que la vida media del óvulo es de 12 a 24 horas y la de los espermatozoides de unos cuatro o cinco días, la posibilidad de quedarse embarazada no debemos ajustar demasiado nuestro calendario, ya que no tenemos una bola de cristal para poder observarlos.



-      El día de la ovulación no es invariable, aunque suele ocurrir aproximadamente a mitad del ciclo, entre el 14º a 16º, ésta se puede producir antes o después de lo previsto  debido a aspectos como el propio estímulo sexual o desajuste por causas anímicas o fisiológicas. Así que, aunque está muy extendido pensar que durante la regla no nos podemos quedar embarazadas, no debes emplearla como anticonceptivo porque sí podrías quedarte.



-      La dificultad de estos métodos naturales estriba fundamentalmente en dos causas: una es interpretación correcta de los signos corporales, que requieren de cierta práctica. El método Billings, a través de la observación del moco cervical, necesita de entrenamiento previo para conocer el ciclo particular de una mujer, apuntando las características del flujo: elasticidad, color, cantidad, etc. En segundo lugar, estos métodos exigen unos periodos obligatorios de abstinencia (en aquellos que lo emplean para evitar un embarazo) y precisan de la implicación activa y responsable de nuestra pareja. Sin embargo, para las que buscáis quedar embarazadas, todo son ventajas, ya que son muy útiles para reconocer cuándo somos más fértiles y, por tanto, tenemos más posibilidades de engendrar un hijo.



-      El periodo de infertilidad de la mujer se produce, con toda seguridad, dos días después de haberse producido la ovulación y dura hasta la siente regla (periodo que transcurre durante la segunda mitad del ciclo de la mujer). En este momento en el ciclo de la mujer no puede producirse un embarazo.

Los métodos anticonceptivos tradicionales, nos han puesto las cosas tan fáciles para evitar un embarazo, que desconocemos aspectos básicos de nuestro cuerpo de mujer y que, en muchos casos, nos pueden llevar a un embarazo no buscado  o a dificultar un embarazo deseado.

Educar en el sentido del humor

¡Hay pocas cosas tan hermosas como la sonrisa o la carcajada de un niño! Para un padre no hay nada mejor que ver  su hijo feliz, radiante, con una sonrisa de oreja a oreja. La risa es uno de los rasgos diferenciadores del ser humano ¿habéis visto algún animal reír cuando está contento? El sentido del humor y la risa son actos exclusivos de la inteligencia humana.

El componente emocional de nuestros hijos es la llave a su felicidad presente y futura. Además, la risa y la sonrisa nos abren las puertas hacia los demás, es uno de los vehículos más importantes que pueden emplear nuestros hijos para sociabilizarse. Enseñarles un trato amable  con los demás y la dedicación de su sonrisa y alegría, les ayudarán a relacionarse con cualquier persona. Por algo los bebés adoptan desde sus primeros meses de vida esta conducta de imitación con la que consiguen palabras cariñosas y juegos por parte de quienes les miran y caen cautivados por su gesto simpático y comprometedor.

Es muy importante desarrollar la actitud alegre de nuestros hijos y enseñarles a tener una risa fácil, por ejemplo a través de juegos, teatros, películas de humor, incluso de situaciones reales que muchas veces superan a la ficción y son realmente desternillantes. Los padres deberíamos sacar en más ocasiones al niño que tenemos dentro, haciendo payasadas y sorprenderles…, darles un punto de vista diferente sobre nosotros para que  no siempre vean a papá y mamá como los que les regañan cuando hacen algo mal, o les prohíben o les aconsejan con seriedad. Jugar con ellos es una buena manera de avivar nuestra confianza con ellos y ofrecerles un excelente compañero de juegos y risas a la altura de sus expectativas.

Educarles en el sentido del humor les proporcionará una seguridad y un bienestar emocional muy beneficioso para su desarrollo psicológico y a la vez se establecerá una confianza, una complicidad, una comunicación y unos lazos afectivos entre nosotros a prueba de bomba.

sábado, 14 de enero de 2012

Abrazo a los recién nacidos

Con el primer bebé, todo es una novedad, y cada cosa nos parece que debe ser realizada con el mayor cuidado y consenso posible. Por eso a veces tendemos a seguir a pies juntillas los consejos de los médicos y enfermeras, de nuestros familiares, de nuestros amigos y de las personas que pasan por el pasillo si opinan sobre algo... A mí nunca se me olvidará lo de abrazar el recién nacido.

En mi primer parto, me tocó una matrona que era una mezcla entre el sargento de hierro y la madrastra de Blancanieves. Bromas aparte, era una persona con gran experiencia y no mucho tacto con las madres, y a mí me recomendó vivamente no coger al bebé en brazos más que lo imprescindible, para evitar que se acostumbrara y me tocara soportar largas noches de desconsuelo de un bebé malacostumbrado desde sus primeros días de vida a estar en brazos de su padres.

Precisamente mi primer niño sufría de fuertes cólicos, a lo que se unía unos poderosos pulmones, así que lloraba desconsoladamente de forma que creo se debía de oir su llanto a 500 metros a la redonda. Mi marido y yo nos deshacíamos en caricias y palabras suaves, y sólo cuando yo lo cogía para darle el pecho se calmaba mi chiquitín.

Ya con nuestro segundo hijo, aprendimos ambos que, las primeras horas o días tras el parto, el bebé debe estar en brazos de sus padres todo el tiempo que necesite. Unos bebés son tranquilos y les basta el tiempo de la lactancia, otros se asustan más, o tienen dolores de tripita, o cualquier otro problema que les hace demandar el calor de sus papás. Si este es el caso, no hay ningún problema en cogerlos, abrazarlos, darles calor, hacerles sentirse seguros, cercanos al corazón de sus padres – eso calma a cualquier bebé que no tenga un serio problema de salud.

Quizá el bebé se malacostumbre a estar en brazos de sus padres si se le coge constantemente durante los primeros meses.  Pero durante los primeros momentos de su vida, tras salir del vientre materno en que tienen todo lo que necesitan y empiezan a depender de acciones de terceros para no tener frío, ni hambre, ni sentirse sucios ni inseguros, los abrazos y caricias de sus papás son la mejor ayuda posible. Esto lo dicta el sentido común; y cualquier madre del mundo lo corroboraría ante la sargento de hierro...

A ser mamá también se aprende

Pese a las mujeres podamos tener más o menos desarrollado nuestro instinto maternal, a ser madre se aprende. Ninguna mujer sabe muy bien lo que le espera y cómo debe actuar cuando tiene a su bebé recién nacido en sus brazos. Es lógico que sintamos inseguridad o que nos veamos desbordadas, en un principio, ante las exigencias de nuestra nueva situación.

Por mucho que anteriormente a ser madres hayamos leído sobre bebés o nos sintamos cualificadas y preparadas para la maternidad, todas hemos tenido que aprender sobre la marcha y con el ejercicio de nuestra labor, al igual que hacemos cuando nos enfrentamos a cualquier nuevo trabajo. Para el cuidado de nuestro hijo, el día a día y la práctica es nuestra mejor escuela y, a diferencia de otras labores, nunca dejaremos de aprender algo más sobre nuestros pequeños. Por otro lado, no se trata de una cómoda jornada de 8 horas de lunes a viernes, ser madre, aunque maravilloso, puede ser agotador y estresante, precisa de una entrega total y un reciclaje constante.  No debemos esperar que nuestro primer hijo, suponga para nosotras un camino de rosas.

Por eso, entender correctamente las necesidades de nuestro primer hijo no suele ser tarea fácil para ninguna mujer, todas hemos sido novatas y, con los niños, muchas veces hay una primera vez para todo: una primera vez… para darles el pecho, para comer con cuchara, para cambiarles el pañal, para bañarles, para jugar, para comunicarnos, para contestar a sus preguntas, etc.

Al igual que nuestros bebés, también las mamás vamos superando etapas (casi siempre con sobresaliente), pero siempre nos queda algo por aprender, algo por perfeccionar o algo que compartir. A ser mamá se aprende durante toda la vida. Nunca debemos sentirnos ansiosas, impacientes o inútiles, sabemos que debemos aprender de nuestros errores y fracasos y que tenemos que mirar con optimismo  nuestra labor. Estamos en el camino de la maternidad y aprendemos cada vez que damos un paso con decisión. Como dice el poeta: se hace camino al andar…