miércoles, 7 de marzo de 2012

Aprender a caminar: un gran logro para los bebés

¿En qué momento se despierta en nuestro bebé el deseo de ponerse en pie e intentar caminar, aunque sea agarrándose a los muebles? Patalear, balancearse, rectar o gatear son unos “pasos previos” importantísimos para que nuestro bebé comience a caminar; son el entrenamiento previo que le proporciona potencia muscular, precisión en los movimientos, coordinación y equilibrio.

¡Empezar a caminar resulta una auténtica proeza! Pese a las innumerables caídas y golpes que se dan durante el aprendizaje, los bebés, valientemente, no dejan de intentar ponerse en pie y ejercitar lo aprendido. La carita que acompaña los primeros pasos es pura adrenalina:  la imprecisión de sus pasos, las piernitas arqueadas, los tambaleos, la concentración, las manitas apretadas, los cortos pasitos de muñeca, los acelerones bruscos y las culetadas son imágenes maravillosos de contemplar para los padres, y suponen un gran logro para los bebés.

Aunque a partir del año, la mayoría de los bebés empiezan a dar sus primeros pasitos, agarrándose de la mano de sus papás o asiéndose a los objetos a su alcance; algunos experimentados se atreven ya a caminar pequeñas distancias. Otros, más perezosos o inseguros, todavía no parece que tengan intención de empezar. Estos últimos, en principio, no precisan de nuestra atención, si observamos que están en el camino y experimentan interés por gatear y desplazarse de alguna manera; sólo necesitarán algo más de tiempo, ya que no todos los bebés tienen la misma tonicidad muscular, ni el mismo peso, ni la misma inquietud.

El proceso de caminar puede durar todo un año, en el segundo año de vida el bebé habrá alcanzado un nivel bastante aceptable en el desplazamiento erguido, además de haber aprendido o perfeccionado la mejor manera de caer o levantarse, es muy raro que un niño se haga daño cuando cae al caminar a no ser que se golpee con algún objeto. Durante este segundo año empiezan a familiarizarse con su nueva manera de desplazarse y con sus pérdidas de equilibrio, perfeccionan el proceso cambiando el sentido de la marcha, frenando o trasportando objetos en las manos. Los bebés, a los dieciocho meses, ya empiezan a dominar la técnica y desarrollan otras capacidades motrices como dar patadas a la pelota, arrastrar o empujar un juguete, bailar, agacharse, intentar saltar o caminar de puntillas. Nuestro bebé está preparado para ver mundo y desarrollar otras muchas habilidades en el futuro.

Patro Gabaldón

No hay comentarios:

Publicar un comentario