martes, 14 de febrero de 2012

¿Los niños también se enamoran?

Hoy 14 de febrero he visto en el calendario de la pared que se celebran  gran cantidad de santos, pero el que, sin duda, se nos viene más rápidamente a la mente es San Valentín, patrón de los enamorados. Seguramente, muchos de vosotros habéis escuchado alguna vez la declaración pública de amor de vuestro hijo o hija hacia un amiguito o amiguita de clase. Ya no hablan de amigos, sino de novios. ¿Acaso los niños también se enamoran?

El enamoramiento, sin duda, tiene  un altísimo contenido de amistad, de admiración y de empatía hacia el otro, así que si nos limitamos a esto, bien podría darse en nuestros hijos. Pero también sabemos que la atracción física tiene un papel determinante en este estado que nos llena de emoción y alegría.

Los niños hablan de noviazgo, a veces, sin ser correspondidos, simplemente porque les atrae pasar su tiempo con algún amigo especial, o con aquel que es más admirado por la clase. Recuerdo vagamente que en el cole todas mis amigas y yo estábamos “enamoradas” de Óscar; me sonrío por la ingenua manera de entender noviazgo que tenía por entonces. Pues bien, éste compañero de clase era el que mejor dibujaba y tenía un trato muy cariñoso con todos sus compañeros, así que a todas nos hacía tilín y decíamos que era nuestro novio. Lo gracioso era que realmente nos importaba bien poco compartirlo o que éste no mostrara interés alguno por nosotras. Ser novia de Óscar era más bien un título, no requería ningún  tipo de esfuerzo o compromiso de nuestra parte.

Respecto a esto de enamorarse, D. José Luis Pedreira, psiquiatra y psicoterapeuta, apunta que los niños no se enamoran antes de llegar a la pubertad, ya que todavía no están preparados biológicamente para segregar las sustancias químicas que regulan la atracción física y no están equipados para comprender debidamente la condición de elección mutua que se produce en el noviazgo.

Efectivamente, nuestros pequeños no necesitan ser correspondidos en su fantasía, es más ni siquiera sufren cuando los novios no se da por aludidos, prefieren a otros, o les son “infieles”. Así que parece más bien que son conductas imitadas. Eso de ser novio de alguien es algo que les hace  sentirse mayores, aceptados y especiales. Muchas veces hablan de “ser novio” cuando sienten una preferencia especial por algún amigo de diferente sexo y establecen una relación parecida a la que ven en sus padres o en otras parejas de su entorno. Estas declaraciones suelen ser el inicio de su conciencia sexual.

Estas confesiones por parte de nuestros niños pueden servirnos  para explicarles por qué dos jóvenes se besan en la calle, por qué los padres deciden unir sus vidas y formar una familia… en fin, para dar respuestas a sus sentimientos, a sus dudas y a sus relaciones con los demás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario