lunes, 16 de abril de 2012

Niño, hay que ser bueno

¿Cuántas veces hemos dicho esto a nuestro hijo? No hagas esto, no hagas lo otro, tienes que portarte bien y ser bueno. La bondad desde luego es una de las mejores cualidades que una persona puede tener, pero ¿qué significa para un niño ser bueno? La bondad es un concepto abstracto y, por tanto, difícil de definir y explicar a nuestros hijos; por eso debemos potenciar su bondad, concretando acciones o ejemplos que debe ejercitar para conseguir ser bondadoso.

A veces, los actos son buenos o malos dependiendo de las circunstancias. Ayer noche, mi hija estaba leyendo en su habitación muy afanada, la llamé unas tres veces a cenar, sin obtener respuesta de ella. Cuando, por fin, vino a cenar, la regañé por no venir y ella me respondió: “Mamá, no estaba haciendo nada malo, todo lo contrario estaba leyendo, que es muy bueno”. Desde luego que leer es bueno, pero a veces algo bueno se puede convertir en no tan bueno o malo cuando impide hacer lo que debes hacer, ya que si sólo leyeras y no comieras nunca, acabarías muriéndote o, como D. Quijote, perdiendo el juicio.

No debemos pedir a los niños la bondad en general: “niño, sé bueno”, sino los conductas y comportamientos bondadosos. Muchos valores, no sabríamos explicárselos a los hijos ni con mil palabras, por eso nuestro ejemplo les ayudará a aprender y hacer suyos los valores que les intentamos inculcar. A construir la paz, a perdonar, a comprender, a respetar, a querer, a consolar, a ser amables, se aprende fundamentalmente en casa, así lo aprenderán de una manera espontánea. Tras una “buena acción”, acciones tan sencillas como llevar a baño su hermano pequeño para que haga pis, a consolar al amigo que se ha hecho daño en una caída, siempre debe ir seguida de una felicitación o palabra amable.

¡Cuántas veces he pedido a mi pequeño de cuatro años que me alcanzara algún objeto y su respuesta ha sido: “es que ahora no puedo”! Todos tenemos ese pequeño ángel y ese pequeño demonio que nos dictan cómo actuar, por eso es importante felicitar a los niños cuando no siempre elijen el camino más cómodo mediante una negativa, y ayudan al prójimo. Hay que incitarles a hacer buenas acciones. Ponerse en el lugar del otro y poner en práctica la frase “no quieras para otro, lo que no quieras para ti “. Incitémosles a dar un beso al abuelito que está enfermo, a ayudarnos con algo, a cuidar y proteger a los hermanos, a regalar juguetes a niños pobres, a prestar pertenencias y ser generosos con los demás, a consolar al que llora, a acompañar al que está solo...

Patro Gabaldón

No hay comentarios:

Publicar un comentario